FRENTES

Un aporte de una amiga de la Kiki Lezcano


Es la segunda vez que voy al barrio, la primera vez me impacto muchísimo más, y me costo adaptarme  y poner límites en algunos casos para que los juegos salgan más organizados. Está vez me sentí mucho mejor, ya conocía algunos de los chicos y eso me sirvió. Es muy lindo conectarse con lo que les pasa a otros, porque uno sabe que la pobreza existe que en algún lugar está, pero estar con ellos en el mismo lugar y compartir, es diferente, no es lo mismo que verlo en algún que otro diario, estar ahí por un ratito intentar de la forma que se pueda en incluir, en compartir la comida, el vaso  con jugo… Y jugar con ellos, preguntarles sus nombres, que te cuenten cosas, que te hagan algún chiste, me gusta escucharlos y que te cuenten que piensan ellos. Particularmente note que cuando se los quiere “retar”  con chistes no funciona… si le hablas claro y conciso  en general te prestan mucha más atención.  Comparto una escena que vi el otro día… eran dos chicos que se pecheaban, se confrontaban, y seguían caminando y de repente se abrazan, con un par de palmaditas en la espalda, es algo mínimo pero que me encanto.

Por Esmeralda Aragonés.