FRENTES

Te vamos a pinchar los globos la re puta madre que lo re parió!!!



Evidentemente, a ningún gobierno le importó que el derecho a la vivienda esté contemplado en la carta magna de la sociedad Argentina. La diferencia entre el texto y el contexto expresa un abismo importantísimo entre la ley y su cumplimiento. Desde el 2001 a la actualidad, en Capital Federal, la población en villas creció un 52% mientras que el 40% de las obras realizadas, fueron destinadas a las construcciones lujosas. ¡Una clara dirección política!. Con este crecimiento en número de habitantes en las villas miserias, se generó una especie de “verticalización” del suelo urbano sobre estos barrios populares: una especie de atajo vacante para sobrevivir. A su vez, trajo una tendencia al amontonamiento empeorando aún más el nivel de vida de las y los vecinos de esta parte de la Ciudad.
A nivel general, desde el 2003 en adelante, los valores en el suelo y los inmuebles han aumentado recuperando su nivel de rentabilidad. Acompañados con el aumento del negocio inmobiliario y de la construcción, se evidenció la falta de una política integral de vivienda para los sectores mas humildes de la sociedad. En la Capital Federal, un 9,95% de las familias conviven hoy, en situaciones habitacionales deficitarias: son 108.225 familias, 22.040 más que en 2001. En tanto, los parámetros de la especulación financiera confirman las siguientes aberraciones: el Censo Nacional de 2010 contabilizó 340.975 viviendas deshabitadas en la CABA. En Puerto Madero por ejemplo, en la Comuna 1, el suelo utilizado es de un 28% del total: el porcentaje más bajo de la Ciudad. ¡Más consecuente imposible! nuestro Jefe de Gobierno. 
También podemos hablar del aumento exponencial de alquileres, algo que perjudica y repercute en la vida cotidiana de los y las ciudadanas. Simplemente demos otro ejemplo: en 2001, el 37% del ingreso promedio debía destinarse al alquiler de un departamento de tres ambientes. En 2005 aumentó al 45% y en 2010, la situación mal empeoró con un promedio de 1800 pesos para este tipo de alquileres. Podemos constatar que estos valores siguieron un espiral ascendente, algo que en muchos sectores no se vio reflejado en aumentos salariales. 
Además, como políticas vigentes, de corte nefasto de este Gobierno, algo recurrentes en esta Ciudad son los desalojos ante la falta de pago. Crecieron de manera contundente sin que se tratara la cuestión social de la falta de vivienda. El fuero en lo Penal y Contravencional, es decir el Poder Judicial porteño, hizo uso cotidiano de esta aberrante metodología.  
Y en efecto a todo lo mencionado, nuestros barrios humildes siguen viviendo en situaciones de emergencia, subsistiendo dia a dia en condiciones sumamente precarias, con nulo y escaso acceso a los servicios públicos indispensables para la vida digna (agua, electricidad, cloacas, teléfonos, gas, etc.). Conviven en condiciones de hacinamiento critico, a diferencia del resto de los habitantes de la Ciudad. 
Y por ultimo, la frutillita del postre: la impunidad del poder político. La ley 148 es la legislación general que avala la urbanización de todos los barrios pobres de la Capital Federal. También, es la clara evidencia del desprecio hacia la gente pobre de esta Ciudad. Catorce años lleva de espera, su legítimo cumplimiento.