Nuestro trabajo en
Lugano comienza en el 2007, en lugares que alquilábamos o nos prestaba algún
vecino en solidaridad con lo que hacemos. Durante el año 2009, cuando sucede el
caso de gatillo fácil que se llevó la vida de Jonathan “Kiki” Lezcano, nos
acercamos a Angélica (madre de Jonathan), vecina del barrio. Junto a ella
empezamos la construcción de nuestro local, el cual llevó un periodo de
edificación de un año y medio, con mucho trabajo, esfuerzo, sudor y sin la
ayuda de ninguna ONG, partido político o estructura que nos respaldara
económicamente.
Impulsando a pulmón
actividades financieras para comprar los materiales, hicimos rifas, kermesses,
festivales, venta de panes rellenos y con alguna que otra donación de los
vecinos pudimos, ladrillo por ladrillo y con la mano de obra de cada compañero,
terminar nuestro propio local, para seguir desarrollando las actividades para
la comunidad del barrio.
Los talleres y el
apoyo están hoy en día sobre ruedas, mientras intentamos resolver la
construcción del baño para dinamizar las actividades.
Con miras a seguir
creciendo y sin más recursos que nuestro propio esfuerzo, el trabajo que
llevamos en Villa 20, constituye la base fundamental de nuestra militancia.
